Esto podría ser la peor pesadilla de un profesor.
Imagina que eres el profesor de una clase de secundaria. Usted se
encuentra en la parte delantera del aula trabajando la lección del
día. Quizás usted y sus estudiantes estén estudiando conjugación
verbal, o el análisis de una de las obras de Shakespeare. Es otro
día normal en el sistema educativo americano, y usted tiene un
montón de material para cubrir.
Entonces el rouido llena tu aula. Disparos y gritos. Un hombre
armado ha entrado en la escuela y está disparando a la gente
mientras él hace camino por el pasillo hacia el aula.
¿Qué haría usted?
Si hubiera sido la maestra de Inglés Neva Rogers en el Instituto
Red Lake, actuaría inmediatamente. Apagaría las luces del aula.
Cerraría con llave la puerta del aula. Le diría a sus estudiantes
que se agacharan en un rincón del aula para salir del peligro.
Luego se situaría en el centro de la sala y comenzaría a orar a
Dios. Según los estudiantes testigos, la Sra Rogers rezó: "Dios estará
con nosotros. Dios nos ayudará"
El pistolero camina hacia la puerta del aula de Neva Rogers y la
encuentra bloqueada. Dispara al panel de cristal junto a la cerradura
y explota en una lluvia de diminutos fragmentos cristalinos. El
pistolero alcanza através del agujero que ha creado, abre la puerta
y la empuja hacia adentro de manera de entrar en el aula. Vestido
totalmente de negro y midiendo dos metros de altura, es una enorme,
y terrible aparición.
Él cruza el umbral del aula y mira a la Sra Rogers mientras ella
ora. Él está armado con una escopeta de 12mm de repetición. Levanta
el arma con ambas manos para apuntar directamente a la cabeza de
Rogers.
¿Qué debería hacer Dios?
¿Qué crees que Dios debe hacer en una situación como ésta?. Da un
paso atrás atrás por un momento y mira esto desde la perspectiva de
Dios. Dios está sentado en su magnífico trono en el cielo. Dios lo
sabe todo, por lo que ciertamente está viendo los sucesos de la
escuela secundaria Red Lake. Él escucha las oraciones de Neva
Rogers y ve al pistolero apuntando la escopeta en su cabeza. Jesús
ha prometido que Dios nos ayudará, y Jesús está sentado a la mano
derecha de Dios.
Es evidente que una línea se ha dibujado. Un lado de la línea es
pura maldad - un adolescente de dieciséis años, que está obviamente
trastornado. Por el otro lado está una mujer profundamente devota
de 62 años de edad, mujer de inflexible fe en Dios. Se trata de un
enfrentamiento entre el bien y el mal si alguna vez hubo uno.
Piense en todas las posibilidades que un todopoderoso Dios tiene a
su disposición. Quizás lo más fácil sería golpear al pistolero con
un extraño ataque al corazón, una aneurisma o un derrame cerebral
justo allí. Cientos de personas mueren de ataques al corazón en los
Estados Unidos todos los días, así que si Dios lo golpea con un
ataque al corazón sería completamente indetectable. Los no
creyentes lo atribuirían a una coincidencia, pero los seguidores de
Dios entenderían lo que realmente sucedió.
Si Dios tiene el deseo de ser un poco más espectacular, hay otras
posibilidades. Por ejemplo, puede causar un terremoto. Puede enviar
un ángel para interponerse entre el pistolero y la profesora y
desviar las balas. Un meteorito podría caer a través del techo, o
un relámpago dejaría al pistolero muerto. O Dios podría hacer que
los agentes de policía irrumpieran en el aula de la Sra Rogers
justo en ese momento y mataran al pistolero en el acto. Hay un millón
de cosas que un omnipotente, omisciente, amoroso Dios podría
hacer para responder a las oraciones de Neva Rogers.
El pistolero ve directamente a Neva Rogers con su escopeta calibre
12 apuntando a su cráneo. Él tira el gatillo. No pasa nada. Hay un
click, pero el arma no se dispara. Parece como un milagro. No cabe
duda de que es la mano de Dios.
Lamentablemente, el pistolero tiene arma adicional y ni siquiera lo
duda. Saca una pistola. Apunta la pistola a la cabeza de la Sra
Rogers mientras ella reza y aprieta el gatillo. La pistola se
desempeña de acuerdo a sus especificaciones. Dispara tres veces en
la cabeza de Neva Rogers y luego una vez en la cara por si acaso.
Ella muere al instante, cayendo en un charco de su propia sangre en
el suelo justo delante de sus aturdidos estudiantes.
Según la revista Time, lo que hace el pistolero a continuación es
notable. Él apunta su arma a uno de los estudiantes de la señora
Rogers en la esquina y pregunta: "¿Crees en Dios?" De esta manera,
el pistolero recrea una escena de los tiroteos en Columbine. En
Columbine el estudiante respondió: "Sí" a esta pregunta y fue
muerto a tiros. En Red Lake el estudiante respondió "No" El
pistolero perdona la vida del estudiante y comienza a disparar a
los otros.
Un total de diez personas murieron ese día en Red Lake antes de que
el pistolero tomara su propia vida.
La Paradoja
Una situación como ésta es profundamente paradójica. Para cualquier
persona reflexiva, las preguntas vienen como un diluvio. ¿Por qué
un Dios todopoderoso ignoró por completo las oraciones y permitió
que diez personas murieran? ¿Por qué Dios salva a la estudiante que
niega la existencia de Dios? ¿Por qué Dios no tiró muerto al
pistolero en la escena, o no lo ayudó en su vida temprana a fin de
descarrilar por completo la situación antes de que sucediera? ¿Cómo
puede un Dios amoroso permitir dicho sufrimiento perverso,
innecesario e inútil cuando claramente tiene el poder y la
autoridad para evitarlo? ¿Por qué Jesús hace una promesa inequívoca
en la biblia de responder a las oraciones y, a continuación,
renegar? ¿Cómo puede Dios responder a millones de otras oraciones
en todo el mundo en ese día, y al mismo tiempo hacer caso omiso de
esta enorme tragedia negándose a responder a todas las oraciones
allí?.
Es difícil para nosotros, como seres humanos, saber qué pensar,
porque la muerte de Neva Rogers o los hermanitos Faddoul no tiene sentido. No hay manera
fácil de penetrar en los misterios del Señor.
Lo que sí sabemos los ateos es que estas situaciones profundamente
paradójicas suceden todo el tiempo, y hay una explicación para esto.
Traducido de http://www.whydoesgodhateamputees.com/ y modificado ligeramente al final
